El grupo de AA tiene una expresión (o una filosofía) maravillosa que es una síntesis de salud mental. Algo así como la pastillita de la tranquilidad y el equilibrio. Es tan simple que asusta. No hay necesidad de comprarla en ningún supermercado ni droguería. Basta con repetírsela a usted mismo, una y otra vez. “Solo por hoy”. Solo por hoy vivo lo que estoy viviendo, solo por hoy enfrento (o afronto) mi soledad, o la inquietud de los niños, o el ruido del vecino, o la cantaleta de mi mujer, o la neura de mi compañero. Solo por hoy estamos en este espacio viviendo lo de hoy. Porque al pié de la letra nadie tiene futuro. Tampoco es momento para tener memoria y añorar sucesos anteriores. Solo por hoy estoy viviendo el momento presente.

Claro, todos no estamos en el mismo nivel ni vivimos las mismas circunstancias. Pero la mente es poderosa. A propósito, si quiere conocer qué tan masoquista es usted, basta con que contabilice cuánto tiempo le gasta a oír noticias, a alimentarse de lo mismo, a morbosamente repicar el mismo cassette? ¿Cuánto tiempo de su presente, de este “solo por hoy”, lo arruina revolcándose en esa maraña de información tóxica? Entonces, lo primero hay que colocar es un límite a los medios, a las redes y a las noticias. Sí, hay que estar informado, pero no saturado. Un rato en la mañana, o al medio día, otro en la noche. En fin, usted decide, pero lo que es obvio es que la saturación enferma.

Esta situación no tiene referentes. O sea que nadie sabe como manejarla, no hay un memoria de donde podamos copiarla. El protocolo se hace en la medida de lo que se vive. Es claro que existen principios básicos tales como no cantaletear a los mayores, no los minimice. Muy posiblemente sí son la población mas vulnerable pero no en su cuerpo físico, sino en su identidad emocional. Les quitaron el poder, la libertad, el movimiento. Que un hijo “le prohíba” a su papa moverse, no es fácil. Por lo mismo no puede ser ni con gritos, descalificación, histeria o rabia. Hay futuro después del coronavirus y por salvar cuerpos no podemos volver las casas un campo de batalla. Se puede negociar, se puede hacer acuerdos. No todo se vive en el “exterior”. No todos los adultos mayores son indigentes, están enfermos o son incapaces. Si algo tenía nuestro mundo es la perspectiva de mas vida sana, plena y positiva para mucha gente. Entonces a ellos los rotulamos como “pobrecitos, incapaces y débiles”. Moisés Wasserman por ejemplo, alcanzó a quejarse por el trato. Allí hay roces porque de la imposición y sometimiento no salen sino rupturas y cicatrices. Es un momento donde pareciera que se están pisoteando las jerarquías.

El espacio del hogar no es un paraíso. No se puede caer en la idealización y que de pronto, porque estemos juntos, de buena a primeras nos vamos a amar y aceptar. Es una experiencia totalmente novedosa donde como dice el 2020, hay ambivalencia, y se deben combinar respeto por la diferencia y reglas comunes. La flexibilidad es importantísima. El apoyo emocional se requiere con urgencia. Trabajar meditación en algún momento, tranquiliza y todos en casa, individual y colectivamente, lo pueden hacer. Dos expresiones básicas para “sobrevivir”: “solo por hoy” y flexibilidad. Ensaye a combinarlas y se sorprenderá del resultado. 

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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